‘No se puede frenar de la noche a la mañana el desarrollo de la industria del petróleo’: Adwar Casallas

El saliente director de Hidrocarburos nos cuenta en esta entrevista su perspectiva actual de la distribución de combustibles y cómo ve el rol de las estaciones de servicio en el escenario de la transición.

En marzo de este año, a la salida del ministro de Minas y Energía Andrés Camacho del gabinete, Adwar Casallas dejó su cargo como Director de Hidrocarburos de este gobierno, su primer cargo público en casi 20 años de trayectoria profesional.

Ya en otro escenario y lejos de los reflectores de un cargo público, el ingeniero Adwar explica con calma lo que ocurría detrás de las decisiones claves de política que tuvo que afrontar en este gobierno: “El gas natural tiene efectos importantes en el bolsillo de la gente, sobre todo su uso doméstico y el GNV. Esa fue mi principal preocupación, que tomar medidas restrictivas para la exploración y explotación petrolera se nos podía venir encima porque en poco tiempo tendríamos que importar gas o combustibles líquidos y eso sí iba a ser muy costoso. Lo de la importación de gas hubiera sido menos impactante si hubiéramos tenido un poco más de exploración en el país. Garantizar el producto dentro del territorio sería lo ideal”.

Sobre este y otros tópicos del sector de la distribución de combustibles hablamos con Adwar Casallas. Este es su testimonio. 

¿Qué balance hace de su paso por la dirección de hidrocarburos y de su relación con el sector de la distribución de combustibles?

Fue bien particular, porque si bien es cierto yo venía de más de 17 años en el sector privado y era mi primer cargo en el sector público, creo que esa experiencia le sirve a uno para poder combinar los dos mundos y aportar experiencia en cada caso. 

Entendí que el país necesita de un desarrollo económico, que no puede parar. Las políticas macroeconómicas tienen que seguir avanzando en pro del desarrollo de las ciudades y de la gente. Lo importante es que se hagan de manera responsable -técnica y ambientalmente- y que sean sostenibles a largo plazo. Muchas empresas dependen de una política de Estado, que, si se toma en la mejor dirección, todos saldremos beneficiados.

¿Lo privado y lo público tienen dinámicas diferentes no?

Sí claro. Lo público nos pertenece a todos y debemos manejar esos recursos muy responsablemente. Debemos pensar en todo un país, no en un grupo en especial. La responsabilidad es en mayor grado y por eso debemos ser muy técnicos al tomar cualquier decisión.

Hoy, las políticas públicas están basadas en la transición energética, pero se requiere del apalancamiento del sector de Hidrocarburos para poder avanzar en esta transición, que es costosa, y solo el sector de hidrocarburos la puede patrocinar. Se logró un leve aumento en la producción de petróleo -a pesar de no tener nuevos contratos de exploración- al pasar de 748.000 BOPD a 770.000 BPOD, siendo la más alta desde la pandemia.

¿Cuál es su análisis de la implementación del reglamento técnico por parte de las estaciones de servicio en Colombia? ¿Qué piensa de las revisiones que se están haciendo?

Era un tema bastante complejo, poder encontrar toda la necesidad técnica que requiere la prestación de este servicio y garantizar la calidad de la operación, tanto para el que entrega el servicio como para el que lo recibe. Entonces ese reglamento técnico tiene que estar en línea con la modernización del servicio que se presta a los usuarios y en ese orden de ideas debe estar alineado con los estándares nacionales e internacionales en temas de transporte, almacenamiento y distribución del producto. 

En este tema se tomaron varias precauciones que tuvieron en cuenta la composición del mercado de las EDS en las distintas regiones del país y se tomaron medidas responsables, teniendo en cuenta que este también es un mercado competitivo, abierto, y garantizar esa competencia libre y sana era nuestro deber.

Ese reglamento tocaba ya actualizarlo y sigue en revisión. Hay que ser muy cauteloso en esa toma de decisiones, para no afectar a las EDS y provocar de pronto un cierre masivo de estaciones, que podría ser muy crítico para el país.

‘No se puede frenar de la noche a la mañana el desarrollo de la industria del petróleo, más en Colombia cuando gran parte de los ingresos del país dependen de los combustibles fósiles’.

¿El nuevo SICOM si es la herramienta que requiere el sector minorista y mayorista de combustibles para hacer más eficiente su operación? 

Tener eso en vez de nada, créeme que sí es mejor. Le corresponde al Ministerio de Minas responder por el abastecimiento del país. Poder organizar la información y estandarizarla requiere un sistema que garantice la distribución del combustible. Si es cierto que se requiere un gestor de mercados para combustibles líquidos; se necesita que un tercero sea el garante de la distribución de esa logística y que no quede esa responsabilidad en el Gobierno Nacional. Es una entidad que debe ser imparcial y llevar el control del combustible de manera eficiente.

Se critica mucho que no hay información clara que refleje las cifras reales del sector… 

Por eso es bueno tener el gestor de mercado para que tenga la autonomía de tener toda la data en tiempo real, tenerla más detallada y se pueda cruzar con la data de los organismos de control y las autoridades del sector. Porque, en ultimas, los afectados son los usuarios finales y a ellos hay que responderles a tiempo y con el producto de mejor calidad disponible. Hay que ser responsables y más aún en un país donde existen más de 6.400 EDS.

¿Desde su punto de vista, cuál es el rol que las estaciones de servicio deberían jugar para ser protagonistas dentro en el marco de la transición energética propuesto por este gobierno?  

Las EDS son importantes para la evolución de las estaciones de carga eléctrica. Pasamos a 288 estaciones de carga eléctrica al final del 2024, gracias a la iniciativa de las estaciones y a las ventajas arancelarias que se dieron; también a las rutas que se diseñaron hacia la costa y hacia Cali. Otro punto fue la autogeneración de consumo de energía, donde muchas EDS aumentaron un 25% de su autogeneración con paneles solares en varias regiones del país. Al final hubo avances en este tema.

En cuanto al rol de los biocombustibles, la producción de etanol y su papel en bajar la contaminación y llevar la mezcla hasta un 12% en algunos casos, eso fue vital para la transición energética. Aumentar la mezcla representa mayor protección del tema ambiental y lograr una mayor eficiencia de los combustibles y su calidad. En Europa ya van en B-30 y nosotros apenas estamos en el B-10. O sea que si se puede ser muy eficiente en el largo plazo.  

¿En este sentido, los colombianos dejaremos de consumir combustibles líquidos en poco tiempo o aún se mantendrá la oferta de estos productos por mucho tiempo más?

Vamos a depender por un tiempo considerable de los combustibles fósiles. La transición se tiene que dar, si o si, pero tiene que ir paralela a los nuevos desarrollos. No lo veo a corto plazo, pero se debe hacer de una manera muy responsable y seria. Muchas familias dependen del trabajo de los combustibles líquidos, pero si deben ser de mejor calidad para que contaminen menos. 

No se puede frenar de la noche a la mañana el desarrollo de la industria del petróleo, más en Colombia cuando gran parte de los ingresos del país dependen de los combustibles fósiles.

¿Cómo ve la matriz energética en 10 años; la ve ya consolidada con esa diversificación de fuentes que avanza muy lenta hoy en día?

De aquí a 10 años no se va anotar mucho la diferencia, pero si se va notar el avance de las tres alternativas al mismo tiempo: la carga eléctrica, los combustibles fósiles y otras energías alternativas que deben tomar mayor fuerza como la energía térmica, donde existe un gran potencial en el país. Esas tecnologías seguramente se desarrollarán con más fuerza en la siguiente década.

¿Y cuál será el rol del GLP en este escenario de transición?

Con las limitaciones que tenemos de producción local de diésel y gasolina, creo que el rol que va a tener el GLP en los vehículos va a ser muy relevante. Algo bien importante es que, en los combustibles fósiles, el gas es el hidrocarburo menos contaminante comparado con la gasolina y el diésel, y eso lo hace muy competitivo para entrar en ese escenario de la transición; es menos contaminante, tiene mayor poder calorífico, mayor durabilidad y costos más competitivos.

 

Boletín CCC de Colombia

Reciba toda la información del grupo empresarial colombiano en su correo electrónico o en su celular y entérese de las últimas novedades, noticias, comunicados y eventos.